Sin lugar a dudas los vestidos han jugado un papel muy
importante en la historia del cine, la música, el arte y la política…recordemos,
por ejemplo, el mítico vestido blanco que llevaba puesto Marilyn Monroe en la
película “La comezón del séptimo año” (1955), famoso por levantarse en una
ventilación de subte; o el vestido de
novia que, en 1981, uso la princesa Diana el día de su casamiento con el
príncipe Carlos (30 años después, Kate Middleton, actual duquesa de Cambridge,
confiaba la creación del vestido más importante de su vida a Sarah Burton de la
firma Alexander McQueen).
Sin embargo, hay un
vestido que se destaca no solo por haber presenciado uno de los asesinatos más
terribles de la historia, sino por haber contado, a su manera, la tragedia.
Son muchas las publicaciones que hablan sobre el atentado al ex presidente John F. Kennedy ocurrido el 22 de noviembre de 1963, pero son pocas
las que recuerdan a su esposa Jacqueline pidiendo desesperadamente auxilio en
el auto, vestida con un traje color rosa intenso y un sombrero pill box.
Según los testigos presenciales del asesinato de JFK, tras
los disparos la primera dama gritó “¡han asesinado a mi marido, tengo su
cerebro en mis manos!”. En las imágenes grabadas durante el desfile por Abraham
Zapruder, y que no fueron emitidas hasta 1975 por la ABC, vemos a Jackie que se
abalanza a la parte trasera del auto, donde recoge una parte del cráneo del
presidente.
A las 13.00hs, el equipo médico del “Parkland Hospital” declara oficialmente la muerte del presidente
Kennedy, con paro cardíaco.
"No tuvimos nunca una esperanza de salvar su vida", declararon los
médicos. La muerte de Kennedy fue oficialmente anunciada más tarde, a la 13.38 hs.
Según reconoció en una entrevista con Theodore White
(periodista de “Life”) Jackie se mostró muy molesta por el apuro del entonces
vicepresidente para tomar su cargo, le parecía estar participando en una
ceremonia desagradable, “en la que no debía estar” y con su vestido rosa
todavía manchado con la sangre de su esposo.
El traje
El traje en cuestión es un diseño en tweed de la casa Channel de 1961, originalmente diseñado en color violeta, pero que ella misma encargó en rosa a la tienda Chez Ninon (Park Avenue).
El traje en cuestión es un diseño en tweed de la casa Channel de 1961, originalmente diseñado en color violeta, pero que ella misma encargó en rosa a la tienda Chez Ninon (Park Avenue).
Formado por dos piezas, una chaqueta con abotonado marinero
y falda por debajo de la rodilla, este conjunto simboliza a la perfección una
mujer convertida en ejemplo de moralidad, que se vio obligada a transmitir una
imagen de falsa perfección y a asumir estoicamente las infidelidades de su
marido con una interminable lista de mujeres.
Como hace notar Robert Dalleck: “la trágica muerte de su
marido pareció eliminar la rabia acumulada contra él por sus aventuras
extramatrimoniales”. De hecho, en unas conversaciones con Arthur Schesinger,
constantemente hablará de la “ejemplaridad” de Kennedy como esposo y padre. A
partir del asesinato, Jackie hizo firme propósito de preservar la memoria de
JFK.
Es indiscutible que la terrible secuencia del asesinato de
Kennedy quedó marcada a fuego en la memoria de toda una generación, pero también
es indiscutible que a partir de un elemento de la moda, como fue el traje rosa
de Jackie Kennedy, podría contarse uno de los atentados más terribles de la
historia.